Los seres humanos, como especie, somos increíblemente adaptables, siendo capaces a través de la historia de habernos establecido a lo largo de todo el mundo, ocupando regiones con climas excepcionalmente frías.
Como ejemplo de lo anterior, podemos mencionar a la ciudad de Yakutia en Rusia, donde su población de más de 282,000 habitantes está acostumbrada a vivir bajo temperaturas promedio en invierno de -42°C a -35°C , sin embargo, quizás el frío no sea para todos…
Quédate a leer este artículo donde descubrirás los efectos que produce el frio en las personas con diabetes y los cuidados que deben tomarse en cuenta para mantenerse saludable en fechas invernales:
¿Cómo afecta el invierno a la diabetes?
La diabetes es un padecimiento que afecta a miles de personas en México, tanto la diabetes tipo 1 y tipo 2, son las formas más comunes de la enfermedad y ambas pueden verse afectadas por el clima frío, a continuación, te describimos las consecuencias que este puede provocar en el cuerpo cuando se padece diabetes, así como algunos consejos para evitarlos en la mayor medida posible.
Desbalances en los niveles de la glucosa.
Una de las principales preocupaciones para las personas con diabetes en climas fríos, es el control de su glucosa, el frío puede afectar la forma en que el cuerpo la procesa y hacer que los niveles de azúcar en la sangre sean más difíciles de controlar, ya que la exposición al frío puede hacer que el cuerpo libere más glucosa para mantener el calor, produciendo que los niveles de azúcar aumenten.
Además, el clima frío, dificulta que las personas salgan, reduciendo la cantidad de actividad física diaria, traduciéndose en complicaciones para llevar un correcto control de sus niveles de glucosa.
Para mantener un buen control de la glucosa en temporadas de clima frío, es necesario monitorizar los niveles de azúcar en la sangre con regularidad mediante el uso de un glucómetro de calidad, así como asesorarse con un médico para definir un plan de acción que incluya una alimentación saludable y actividad física.
Extremidades vulnerables.
El frío también puede afectar las extremidades de las personas con diabetes, especialmente si ya tienen problemas circulatorios como la hipertensión, ya que la exposición prolongada al frío puede causar congelamiento, lo cual, si no se atiende de inmediato, puede provocar consecuencias muy graves como la amputación.
Para protegerse contra la congelación, es importante vestirse adecuadamente y mantener las extremidades cubiertas y calientes, hacer uso de calcetines gruesos, botas resistentes al agua, es una buena forma de mantener los pies calientes y secos, así como usar guantes y bufandas para proteger las manos y la cara.
Resequedad en la piel.
El clima frío puede resecar la piel y convertirse en algo especialmente problemático en las personas con diabetes, la piel seca puede agrietarse y abrir la puerta a infecciones, además, las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de contraer infecciones en la piel, por lo que es importante cuidarla en todo momento.
Para cuidar la piel en el clima frío, es necesario hidratarla con regularidad, para ello es recomendable el uso de loción hidratante sin fragancia para evitar irritaciones y aplicarla después del baño o la ducha cuando este húmeda, adicionalmente, se recomienda utilizar bloqueador, incluso en los días nublados.
Procura mantenerte activo lo más que puedas.
Por último, es importante mantenerse activo en el clima frío para conservar una buena salud en general, el ejercicio ayudará a controlar los niveles de azúcar y mejorar la salud cardiovascular, entre muchos otros beneficios.
Para mantenerse activo en el clima frío, se puede optar por actividades en interiores como el yoga, gimnasio o la natación, también es buena idea caminar en el exterior, pero es importante usar ropa y calzado adecuado y tener en cuenta las condiciones climáticas.
Ahora ya lo sabes, el frío puede afectar severamente tu cuerpo si tienes diabetes, generando consecuencias que estamos seguros te gustaría evitar, procura mantener un buen control de tu glucosa, proteger tus extremidades, cuidar de tu piel y mantenerte activo si vives en zonas demasiado frías y así podrás mantener un buen estado de salud y evitar complicaciones.
Asegúrate de hablar con tu médico para obtener consejos que mejor se adapten a tus necesidades.
